No hay día en el que Donald Trump no sea noticia. Desde que fue reelegido como 47º presidente de Estados Unidos, el magnate republicano no ha dejado indiferente a nadie. Ya en su primer acto durante la toma de posesión firmó decenas de ordenes ejecutivas para eliminar las políticas progresistas de Joe Biden e implementar unas nuevas mucho más duras y restrictivas.

Donald Trump y Vladímir Putin.
Tan solo unas semanas más tarde, el presidente estadounidense sorprendió a todos reuniéndose con Vladímir Putin, con quien negoció en final de la invasión a Ucrania. Además, se erigió él mismo como mediador oficial entre ambos países para conseguir el alto el fuego, no sin antes repartirse las tierras conquistadas por Rusia.
Ahora, y tras repetirlo desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump ha cumplido con su palabra y ha implementado aranceles a todos los países del mundo. Y es que prácticamente no se salva ninguno, excepto Rusia. Para los Estados miembro de la Unión Europea corresponderá un 20% y a China un 34%. Por último, un 10% de aranceles generalizados inmediatos y aranceles específicos para ciertos socios comerciales.
En este contexto, han saltado todas las alarmas al saberse de un movimiento militar muy controvertido por parte de Estados Unidos en el océano Índico, muy cerca del límite con el océano Pacífico occidental. Se trata de la llegada de un submarino de propulsión nuclear USS Minnesota de la Marina en el puerto de Darwin, situado en el norte de Australia.
Lo realmente llamativo de esta 'jugada' de Donald Trump es, primero, la cercanía del puerto con China. En segundo lugar, que justamente esta zona estratégica está alquilada desde 2015 por parte del Gobierno de Australia a la empresa china Landbridge, por una cantidad de 506 millones de dólares australianos y con una duración de 99 años. Por tanto, es algo que está bastante lejos de ser una simple casualidad.

El submarino de propulsión nuclear USS Minnesota de la Marina
En esta línea, Australia está considerando abandonar el trato con China, pues ahora pueden ejercer como un aliado clave de Estados Unidos, ya que el puerto de Darwin es el más cercano a Asia. Además, si bien la empresa Landbridge afirma ser una empresa privada, tiene vínculos con el Partido Comunista Chino y el ejército chino.
Este nuevo movimiento de Trump, por lo tanto, se suma a un nuevo objetivo después de que se comprometiera a recuperar el Canal de Panamá, dos puertos clave a lo largo de esta estratégica vía fluvial que son propiedad de un conglomerado chino. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, por su parte, ha declarado que Australia no se pronunciará al respecto hasta que no pasen las elecciones del país, fijadas para el 3 de mayo.