Cada cierto tiempo, y de manera recurrente, una misma película se repite para la afición del Manchester United. Llega a Carrington un nuevo entrenador del club, con la maleta repleta de sueños y un guion muy parecido, lleno de alicientes. La de Ruben Amorim (Lisboa, 1985), el elogiado portugués llegado el lunes al centro de entrenamiento de los ‘red devils’, se parece mucho a las otras anteriores, por los muchos parabienes recibidos y el convencimiento del éxito presentes en el argumento. Es el sexto entrenador contratado para tratar de reencontrar el rumbo donde lo dejó sir Alex Ferguson, hace 11 temporadas. Ninguno de los cinco anteriores convenció ni a la afición ni a los dirigentes. Todo terminó muy mal.
“Now, I have to show” (“Ahora tengo que demostrarlo”), han sido las primeras palabras de Amorim sobre las grandes expectativas que despierta su llegada en la parte ‘red’ de Manchester, tras la triste destitución de Erik ten Hag, que ha dejado un rastro de desilusión por las promesas incumplidas. Como le sucediera a todos sus anteriores predecesores en el banquillo de Old Traffor (David Moyes, Louis van Gaal, José Mourinho, Ole Gunnar Solskjaer), el fútbol y los métodos del neerlandés ilusionaron al principio hasta que la tendencia, por el desgaste y las exigencias, declinó, en una inercia muy negativa del club. Se ha revelado muy incoherente la decisión de mantener la fe en Ten Hag y permitirle gastar otros 200 millones de libras en el verano en fichajes, sólo para despedirle unos meses después.
El ya extécnico del Sporting de Lisboa, un club al que Amorim ha llevado de la zona media a los títulos, ha llegado justamente con el mensaje estudiado de la ilusión. “We need to have fun together” (“Tenemos que divertirnos juntos”), les ha dicho a los pocos jugadores (Leny Yoro, Luke Shaw, Kobbie Mainoo, Mason Mount y Toby Collyer) que se encontraban en el campo de entrenamiento a su llegada a Carrington. El resto de la plantilla está con las selecciones por la doble jornada internacional. El positivo mensaje de Amorim está reforzado por la consciencia de la tarea que tiene por delante, en un club histórico que vive atormentado por el éxito de sus vecinos ‘skyblues’ del otro lado de la ciudad.
Amorim llega a Manchester con su propio equipo de trabajo -Emanuel Ferro, Carlos Fernandes, Adelio Candido, Paulo Barreira y Jorge Vital-, quienes le han acompañado en Lisboa, y aprovechó para despedirse en Carrington de Ruud van Nistelrooy, quien también ha tenido que abandonar el United, tras su breve etapa como interino, con una racha de cuatro partidos sin perder, incluida la victoria del domingo por 3-0 sobre el Leicester City en la Premier League. Su estrecha vinculación con Ten Hag, que fue quien le recomendó, no ha facilitado su continuidad.
Proyecto de futuro
La cúpula dirigente del United, que forman el director ejecutivo, Omar Berrada, el director deportivo Dan Ashworth y el director técnico Jason Wilcox, están convencidos que la apuesta por Amorim, a largo plazo, será “ganadora”, a efectos de una revolución deportiva que esperan tenga parecidos efectos a lo que supuso la llegada de Pep Guardiola al banquillo de sus rivales, el Manchester City. Del joven técnico portugés, que ha firmado hasta 2027, con un año adicional, elogian su capacidad de trabajo, acertada selección de jugadores y fichajes, y cómo en poco tiempo ha relanzado al Sporting para poder codearse con los dos grandes clubs de Portugal, Oporto y Benfica, en la lucha por los títulos. Han seguido su trabajo, revisado todas sus estadísticas y creen que es el entrenador ideal para devolver los días de gloria al club.
Los propios dirigentes, liderados por el copropietario del United, sir Jim Ratcliffe, que se encuentra volcado ahora en el proyecto de construcción de un nuevo estadio para reemplazar al vetusto Old Trafford, disfrutaron del triunfo del Sporting de Amorim frente al Manchester City (4-1) en la Champions League, goleada impactante, que les ha servido de aval y carta de presentación ilusionante de Amorim ante la afición. Su elección, ahora mismo, siembra esperanzas y no ofrece dudas.
Debut en Portman Road
Su primer partido será contra el Ipswich Town, en la visita a Portman Road, cuando se reanude la Premier League el sábado 23 de noviembre, después del parón internacional. Amorim ya ha adelantado que, de momento, no piensa en grandes revoluciones, sino en aplicar su habitual sistema de juego, una formación 3-4-2-1, con dos laterales profundos. “Sé cómo voy a jugar al principio porque tienes que empezar con una estructura que conoces, y no tenemos mucho tiempo para entrenar”, ha dicho Amorim en Manchester, con un buen dominio del inglés. El vestuario del United ya cierra filas. El capitán Bruno Fernandes no ha tardado en elogiar los sistemas y capacidad de su compatriota: “Puede cambiar nuestra energía. Es un entrenador muy inteligente que ha hecho cosas muy buenas para el Sporting tácticamente”, dijo el luso.
Es, por tanto, el turno del Amorim, el sexto entrenador permanente de la ‘era post-Ferguson’. Para la afición y la directiva del United el argumento de esta nueva ‘película’ promete e ilusiona. Siembra de esperanzas de que sea capaz, al fin, de reordenar el club, con el equipo a 13 puntos del líder Liverpool, después de las primeras 11 jornadas de la Premier League. El reto es mayúsculo, pero cuenta con la ventaja que el club ya ha tocado fondo en los resultados, y cuenta con todo el apoyo y potencial del que es considerado como el club más poderoso del mundo.