El Arsenal pasó por encima del Manchester United en el partido número 500 en el Emirates Stadium. Para el encuentro, Arteta finalmente pudo contar con Thomas, que fue titular, y con Mikel Merino. Sin embargo, ni Gabriel Magalhães ni por su puesto Calafiori pudieron ser convocados. Por su parte, el Manchester de Amorim llegaba a su primera prueba de talla contra uno de los equipos más en forma de la competición. Con la novedad de Malacia, el técnico portugués echó en falta a Mainoo y Lisandro, sancionados, y Evans y Lindelof, lesionados.
La primera mitad fue realmente trabada. El Arsenal, dominador del balón, no logró entrar con continuidad. El United de Amorim esperó a los de Arteta en bloque bajo, replegados, con la imposibilidad de generar por dentro para los locales. El peligro lo pusieron los gunners desde la esquina. Los córneres votados por Saka generaron inquietud en la defensa rival. Los atacantes, agrupados primero en el segundo palo para luego distribuirse en posiciones cercanas a portería, no estuvieron acertados.
Primero fue Thomas, que remató un balón franco desde dentro del área pequeña. Más tarde, Martinelli aprovechó un mal despeje para contactar una volea que no tuvo premio. Saka no solo puso el peligro desde los saques de esquina. El extremo londinense fue un puñal por la banda defendida por Malacia, que volvía a un partido de Premier 17 meses después. Sin embargo, ninguno de los dos equipos estuvo certero de cara a puerta y generaron muy poco peligro en una primera mitad realmente insípida.
Amorim vio que Malacia no respondía y lo sustituyó por Amad Diallo en el descanso. El partido fue ganando ritmo gradualmente y los locales siguieron generando peligro a balón parado. Así llegó el primer gol. Si en la primera parte fue Saka, esta vez fue Declan Rice el que puso un exquisito balón al primer palo, que fue peinado por Jurrien Timber para hacer el 0-1. Pese al tanto, los gunners siguieron apretando.
Diallo fue el arma principal del United, percutiendo por banda derecha. Raya tuvo que emplearse a fondo en una falta lateral, mostrando unos reflejos increíbles tras el remate de De Ligt. Sin embargo, la ocasión visitante fue un espejismo. En el enésimo córner del partido, esta vez regalado por Rashford, Saliba acabó introduciendo la pelota en la meta defendida por Onana (0-2). Los pupilos de Amorim se mostraron muy endebles en la defensa de los centros.
El Manchester United se mostró inofensivo, falto de colmillo y de recursos individuales y no generó apenas peligro a un David Raya que tuvo un partido plácido. El Arsenal sigue notando la vuelta de Martin Odegaard, que pone el orden, el rigor y la cordura en un equipo que domina prácticamente todos los registros. Así, con la victoria, el cuadro dirigido por Arteta sigue igualado con el Chelsea en la clasificación con 28 puntos, recortando con el Liverpool tras su empate. Por su parte, el United se queda en tierra de nadie y deberá mejorar mucho si quiere llegar a posiciones de competición europea.
