La Policía Foral ha denunciado a un conductor de ambulancia por varias infracciones cometidas en la carretera N-121-C, a la altura del término municipal de Murchante (Navarra). Los agentes detectaron al vehículo sanitario circulando a gran velocidad, sin luces de emergencia, sin respetar la distancia de seguridad y, además, bajo los efectos de hachís y cocaína. El total de las sanciones impuestas asciende a 2.000 euros, y el conductor perderá diez puntos del carnet de conducir.
Los hechos ocurrieron cuando una patrulla de la Policía Foral, que circulaba en un coche camuflado, fue adelantada por la ambulancia a más de 130 km/h en un tramo limitado a 90 km/h. La maniobra se produjo en la intersección de la N-121-C con la entrada a la autopista AP-68. Según explicaron los agentes, el vehículo sanitario no activó las luces prioritarias y no se encontraba realizando ningún servicio de urgencia.
Positivo en hachís y cocaína en el control de tóxicos
Antes de ser adelantado, el vehículo policial fue acosado por la ambulancia, que se aproximó peligrosamente sin respetar la distancia de seguridad y realizó ráfagas de luces de forma insistente. Ante el comportamiento, los agentes dieron el alto al conductor, que reconoció que no se encontraba en una intervención urgente.
Durante el control de tóxicos al que fue sometido, el conductor arrojó resultado positivo en THC (sustancia presente en el hachís) y cocaína. Además, se le incautó una pequeña cantidad de ambas drogas. Por estos hechos, fue denunciado también por conducción negligente y por posesión de estupefacientes. La ambulancia quedó en manos de otro trabajador de la misma empresa, que tiene sede en Aragón.
La gravedad de las infracciones pone en evidencia el riesgo que supone conducir un vehículo de emergencias sin cumplir con las condiciones mínimas de seguridad vial.