Las políticas migratorias de Donald Trump generaron controversia y deportaciones masivas, pero ahora los jueces federales de Nueva York y Texas pusieron una pausa a la expulsión de varios ciudadanos venezolanos desde Estados Unidos. Es un nuevo giro legal por el uso de una antigua ley de guerra utilizada por el presidente norteamericano.
Nueva York y Texas suspenden deportaciones
La deportación de varios ciudadanos venezolanos desde Estados Unidos fue detenida este miércoles por órdenes de jueces federales en Nueva York y Texas, en un nuevo giro legal que pone en entredicho el uso de una antigua ley de guerra por parte del expresidente Donald Trump.
Las decisiones judiciales, emitidas en medio de un creciente debate sobre los límites del poder ejecutivo en materia migratoria, marcan un momento decisivo en la batalla por los derechos de los migrantes en el país.
En el centro del conflicto se encuentra la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma de 1798 que otorga al presidente autoridad para tomar medidas contra ciudadanos extranjeros considerados una amenaza durante tiempos de guerra.
La administración Trump recurrió a esta legislación para justificar la expulsión acelerada de migrantes, incluyendo aquellos que buscan asilo y que no fueron condenados por ningún delito, alegando supuestos vínculos con pandillas criminales.
Nueva York y Texas: fallos judiciales detienen deportaciones masivas e inmediatas
Los jueces federales Fernando Rodriguez Jr., en Texas, y Alvin Hellerstein, en Nueva York, emitieron órdenes temporales que prohíben al gobierno federal deportar o reubicar a un grupo de venezolanos bajo custodia, al menos hasta que se realicen nuevas audiencias judiciales.
Estas decisiones se producen tras una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles, que impugna la legalidad del uso de esta ley de más de dos siglos para llevar a cabo deportaciones sin notificación ni audiencia previa.
Uno de los casos más destacados es el de un migrante identificado como J.A.V., actualmente retenido en un centro de detención en Texas. Según documentos judiciales, estuvo a punto de ser expulsado el pasado 15 de marzo. Su defensa asegura que es seropositivo, que nunca ha pertenecido a ninguna pandilla y que huyó de Venezuela tras sufrir persecución por su orientación sexual.
El recurso legal presentado a su favor sostiene que su detención viola derechos constitucionales y tratados internacionales de protección a refugiados.
En Nueva York, la medida cautelar del juez Hellerstein protege a otro grupo de migrantes venezolanos que también se enfrentan a procesos de expulsión. Estos demandantes, que aún no han sido identificados públicamente, buscan que su causa sea reconocida como una demanda colectiva, lo que podría abrir la puerta a una suspensión más amplia de las deportaciones bajo este mecanismo legal.