En marzo, el instrumento Anisotropías del Viento Solar descubrió un cometa que se acerca al Sol una vez cada 1,4 millones de años. Por cómo se halló, tomó la denominación de SWAN. Ya hay cientos de observaciones desde el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica.
SWAN, el cometa que se acerca al Sol cada 1,4 millones de años
Un espectáculo celeste poco común está capturando la atención de astrónomos profesionales y observadores del cielo por igual. Se trata del cometa SWAN (C/2025 F2), un visitante cósmico recién descubierto que ya comenzó a brillar con fuerza en los cielos del hemisferio norte y promete un final de mes inolvidable para quienes logren observarlo.
El cometa fue detectado por primera vez en marzo de 2025 por el instrumento SWAN (Anisotropías del Viento Solar), a bordo del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea.
De ahí proviene su nombre, que se suma a su designación técnica C/2025 F2. Pero lo que más fascina a la comunidad astronómica no es su origen, sino su rareza: su órbita es tan extensa que solo se acerca al Sol una vez cada 1,4 millones de años. En otras palabras, esta es la única vez que la humanidad podrá contemplarlo.
Desde su hallazgo, cientos de observaciones fueron registradas por astrónomos de todo el mundo y recopiladas por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional.
El cometa, envuelto en una brillante y verdosa coma —resultado de la descomposición de cianógeno y carbono diatómico por la radiación solar—, fue fotografiado con creciente detalle, destacando por su impresionante cola que se extiende hacia el espacio.
SWAN: qué dicen los observadores del cometa
Uno de los registros más notorios fue el captado por el astrofotógrafo Chuck Ayoub el pasado 10 de abril desde Texas, utilizando un telescopio Celestron. Sus imágenes fueron compartidas ampliamente en redes sociales, generando entusiasmo incluso entre los aficionados sin experiencia previa en astronomía.
El punto de mayor tensión para los científicos llegará el 1° de mayo, cuando el cometa alcance su perihelio, es decir, el momento más cercano al Sol en su órbita. A partir de ese encuentro, podría ocurrir uno de dos escenarios: el cometa podría resistir la intensa radiación solar y continuar su viaje hacia el sistema solar exterior, o bien desintegrarse en pedazos, como le ocurrió al cometa ATLAS (C/2024 G3) en enero de este mismo año.
Por ahora, el cometa SWAN continúa incrementando su brillo, aunque todavía no es visible a simple vista. Los observadores con telescopios o binoculares tienen las mejores oportunidades de localizarlo en las primeras horas antes del amanecer, mirando hacia el noreste.
Sin embargo, existe la posibilidad de que, si el cometa sigue aumentando su luminosidad como lo ha hecho hasta ahora, pueda ser visto a simple vista hacia finales de abril.
El momento ideal para intentarlo será durante la luna nueva del 27 de abril, cuando la ausencia de luz lunar maximiza las condiciones para la observación astronómica. En esas fechas, el cometa podría verse también poco después del atardecer, ganando visibilidad en el cielo occidental.
Aunque los mejores días para su observación desde el hemisferio norte se concentran en la segunda mitad de abril, en mayo el hemisferio sur tomará el relevo. Desde lugares como Chile, Argentina, Australia o Sudáfrica, quienes madruguen podrían obtener vistas aún más espectaculares, especialmente si el cometa sobrevive al Sol.