Nada más y nada menos que 20 goles ha marcado el Bayern Múnich en los tres últimos partidos que ha disputado haciendo que se hayan disipado por completo las pequeñas dudas (sí es que existían) en torno a la figura de Vincent Kompany como técnico. Después del más que comentado 9-2 al Dinamo Zagreb en el debut en Champions, y habiendo llegado a ese duelo tras endosarle un contundente 1-6 al Kiel, este sábado, otra vez con el mono de trabajo de la Bundesliga, volvió a sacar el rodillo para aplastar al Werder Bremen (0-5) sin contemplaciones. Una 'manita', y atendiendo a su superioridad pudieron ser las dos.
Para explicar lo que se vio sobre el verde del Weserstadion bien vale detenerse en el dato de disparos realizados por parte de uno y otro equipo. No estrenó su casillero el Bremen mientras que el Bayern se fue hasta un total de 23. Vaya, que a pesar de que hablamos de un partido cuyo resultado es válido para la clasificación de una de las grandes ligas europeas como es la Bundesliga, el encuentro pareció más bien un duelo de exhibición entre un equipo profesional y otro 'amateur'.
El primero de los tantos del Bayern pudo llegar ya en el 8', pero el larguero escupió un duro disparo de Laimer desde fuera del área haciendo que el 0-0 no se deshiciese hasta un cuarto de hora más tarde. Concretamente, fue en el 23' cuando Olise, tras un error del Bremen en la salida de balón, abrió la lata. Así se dio por inaugurado un marcador que llegó al descanso reflejando un 0-2 después de que Musiala empujase a la red el balón en el 32' tras ser habilitado por el citado Olise.
Ya en la segunda mitad, y a pesar de que en el inicio de la misma el Bremen dio una pequeña muestra de querer resucitar, el vendaval del Bayern dio como para conseguir tres goles más. En el 57' marcó Harry Kane tras asociarse con Olise, en el 60' fue el propio Olise el que le quitó las telarañas a la escuadra con un bonito disparo, y en el 65' se unió a la fiesta Gnabry con un disparo cruzado desde la izquierda. De ahí hasta el final, el Bremen mirando el reloj y pidiendo clemencia y el Bayern dosificando esfuerzos porque la temporada no ha hecho más que empezar. Fue elegante el árbitro al dar solo 2 minutos de añadido teniendo en cuenta que unos y otros ya habían firmado el acta del encuentro.