El Barça Atlètic se agarra a la épica y sigue vivo. El equipo de Sergi Milà mantiene las esperanzas de la salvación después de vencer contra el Sestao en el Johan Cruyff (2-0). Los culés ganaron el duelo directo ante los vizcaínos y tendrán por delante seis 'finales' para mantener la categoría, una gesta que se prevé difícil, pero no imposible.
Bocanada de aire del Barça en la clasificación, que hubiera tenido muy complicado la salvación en el caso de no ganar. Tras acabar la jornada 32, los culés siguen siendo penúltimos a siete puntos de salvación. El Real Unión marca el límite y el próximo domingo ambos equipos se enfrentan en Irún en un partido de vida o muerte.
El Barça se marchó con ventaja tras los primeros 45 minutos. Su primer tiempo fue de más a menos. El equipo de Sergi Milà salió con mucho ímpetu y de ahí que lograra abrir el marcador antes del primer cuarto de hora. Soma filtró un gran pase entre central y lateral y Garrido picó el balón por encima de Herrerín para anotar un gran gol. Con ese 1-0, el Barça pudo hacer tanto el 2-0 como encajar el empate, ya que el Sestao creaba peligro en cada acercamiento por la endeblez defensiva culé, 'típica' a lo largo de toda la temporada.


Barça Atlètic:
Astralaga; Trilli (Olmedo, 46'), Sergi Domínguez (Landry, 79'), Cortés, Jofre Torrents; Soma (Rubén López, 46'), Garrido; Jan Virgili, Antonio Fernández, Dacosta (Dani Rodríguez, 73'); Cédric (Guille, (61')
Sestao River:
Herrerín; Etxebarría, Gaizka Martínez (Miranda, 91'), Efremov, Rojo; Adri Gómez, Relu (Sergi García, 81'); Córdoba (Planas, 91'), Bustillo, Leandro; Aznar (Jairo, 70')
Goles: 1-0, Garrido (14‘); 2-0. Jan Virgili (88')
Espectadores: 2736 en el Estadi Johan Cruyff
Árbitro: Francisco José Ortega Herrera (C. valenciano). Amonestó a Gizka (80') y a Astralaga (93')
En la segunda parte el partido se calmó y el Barça se benefició de ello. Apenas hubieron ocasiones para alguno de los dos equipos y ni los catalanes y los vizcaínos generaron peligro, por lo que el 1-0 se mantuvo durante gran parte del choque. Dani Rodríguez cambió esa dinámica. El vasco, que entró en la segunda parte, habilitó a Jan Virgili tras un gran desmarque y el canterano definió a placer tras sortear con velocidad a Herrerín.