5-1: 'Manita' y a semifinales de un Liverpool que va muy en serio

El Liverpool de Jürgen Klopp no es líder de la Premier League por casualidad. Aunque las últimas victorias habían sido más trabajadas que vistosas, los 'red' van muy en serio a por todo y lo dejaron claro en los cuartos de final de la Carabao Cup, en los que despedazaron al West Ham con una 'manita' (5-1). 

Aprendida la lección de otras temporadas, el técnico alemán aprovechó a rotar a pesar de la dificultad del rival y la cosa salió rodada. Venía el Liverpool de partidos poco inspirados con el balón, pero le dio la vuelta al calcetín. Los movimientos recordaron al equipo de hace unas temporadas y aun sin Salah ni Alexander-Arnold en el campo, los jugadores dieron el do de pecho. 

Arrancó Elliott irreverente, como de costumbre, avisando con dos latigazos por los que Anfield suspiró el gol. Llegó después, en una especialidad de Szoboszlai, que le pegó durísimo desde lejos y se la puso imposible a Areola (28'). 

No llegaron más goles en esa primera mitad, pero no hubo ningún atisbo de esperanza para el West Ham. De hecho, acabó los primeros 45' de la primera parte sin hacer un disparo y le costó otros tantos de la segunda lograrlos. No tantos al Liverpool para ampliar la ventaja en una jugada de Jones en línea de fondo que sorprendió al meta francés, que debió hacer un poco más (56'). 

Era un monólogo red. Juego rápido, pases precisos y velocidad. Vamos, lo que viene siendo Jürgen Klopp. Ah, y una presión alta envidiable y agobiante para un Moyes sin respuesta y que encajó el tercero mediante Gapko (71').

Hubo un halo de esperanza. En una jugada aislada Bowen, quien sino, se sacó de la chistera un recorte y gran disparo para recortar distancias (77') y el West Ham lo tuvo claro. Se tiró para arriba el equipo londinense, tocaba arriesgar, pero esa fue su condena. En una pérdida Salah, solo en medio campo, recibió un pase al espacio y mató el partido (82'). En nada, Jones redondeó la actuación con su doblete (84') y el Liverpool ya espera rival.