Sin compromiso

Hasta 5 jugadores del Arsenal recorrieron más de 10 kilómetros durante el partido de Champions que les enfrentó al Real Madrid en Londres. En el conjunto blanco sólo superaron esta cifra dos: Camavinga y Bellingham. Hay comparaciones odiosas. Por ejemplo, Merino, virtual delantero centro del Arsenal, cubrió la distancia de 12 kilómetros y 16 metros; su homólogo en el Real Madrid, Mbappé, se quedó en poco menos de 8 y 500 metros. Ni Vinicius ni Rodrygo llegaron a 10. Es solo un dato, felizmente el fútbol es mucho más que sesudas estadísticas, pero es que en el terreno de las realidades tampoco el ataque del Madrid sale bien parado.

No es fácil entender que ninguno de los componentes de la delantera blanca dispute un solo balón directo. Cada vez que Courtois o algún defensor resolvían la presión londinense con un balón largo se encontraban con la huelga de cabezas caídas de sus compañeros. Y tampoco se entiende que ni siquiera molesten en la circulación de balón ajena tapando líneas de pase hacia los defensores rivales. De manual.

El Madrid hizo un mal partido en Londres, sobre todo en la segunda parte, pero en un mal día recibió dos de los tres goles en sendos lanzamientos de falta. La culpa de la abultada derrota, ya van 11 en la temporada, no es solo de sus atacantes, pero queda claro que no pueden vivir sin compromiso. No es admisible ni formando parte del top5 mundial.

Dicho esto, ni los antimadridistas más optimistas dan por hecho la eliminación blanca. Y si el resultado final lo confirma no dejarán de creérselo hasta que lo vean con sus propios ojos.

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