Tras dos derrotas consecutivas del Bournemouth de Iraola, los visitantes necesitaban ganar en feudo del Wolverhampton para obtener buenas sensaciones de cara al mes de diciembre y seguir sumando puntos en la lucha por las plazas de competición europea. Y así fue, los 'cherries' lograron ganar con un abultado (2-4) con unos primeros minutos de partido espectaculares para el espectador neutral y un acertado Justin Kluivert desde los 11 metros.
El encuentro comenzó con un gran frenetismo, el Bournemouth salió con todo y en el 1' de partido, Evanilson recibió una falta dentro del área por parte de Toti que el árbitro señaló con pena máxima. Un penalti que Justin Kluivert ejecutó a la perfección engañando a José Sá en el minuto 2'. El conjunto de Iraola pese al primer tanto, volvió a tener ocasiones de gol, pero el Wolverhampton empató el duelo en el 5' tras un centro lateral de Bellegarde al que el jugador cedido por el Celta, Strand Larsen, remató de cabeza. Un remate que Kepa no pudo hacer nada para evitar que el balón entrara.
Los 'cherries' atacaban la portería rival con un gran juego y una alta presión que daría sus frutos y la locura del partido continuaría con el tercer gol del encuentro en el 8' de partido, en una gran jugada combinada del Bournemouth, Milos Kerkez finalizó con un zapatazo al primer palo de José Sá tras una asistencia de Marcus Tavernier. En el 14', Evanilson estuvo pícaro y se anticipó al despeje de José Sá, quien terminó dando una patada a la pierna anticipada del delantero brasileño y el VAR intervino para pitar el segundo penalti del encuentro. El propio Justin Kluivert, quien convirtió el primero, no volvió a fallar y marcó con un remate ajustado al que el portero portugués no pudo hacer nada para evitar el cuarto tanto.
Un 1-3 que fue el resultado final de una primera mitad frenética en los primeros minutos, pero que con el paso de los minutos, el partido bajó de revoluciones y el Wolverhampton comenzó a tener más protagonismo y a crear ocasiones de gol pero el Bournemouth siguió luchando para lograr un mayor colchón en el marcador.
La segunda mitad fue más del cuadro de Gary O'Neil que estaba generando más peligro y con una mayor posesión del balón. El encuentro se igualó con el paso de los minutos, pero en el 69', tras una asistencia de Gonçalo Guedes, Strand Larsen volvió a marcar y acortó distancias en el marcador metiendo a los Wolves en el partido. La alegría del gol no duró mucho, en la siguiente jugada al gol del noruego, Evanilson, tras un error de Craig Dawson en el pase a Jose Sá, el brasileño se anticipó y el portero portugués volvería a provocar otro penalti. Y en el 73', Justin Kluivert logró su particular hat-trick. Tres goles marcados de penalti que fueron provocados por el mismo jugador.
El cuarto gol del Bournemouth, supuso un golpe de realidad, además de la fatiga acumulada por parte del Wolverhampton, los locales no lograron transformar ningún tanto más para poder acercarse a ese empate que supondría la salida momentánea de la zona de descenso de la Premier League.
Con la victoria visitante, el equipo entrenado por Andoni Iraola logró ganar de nuevo y acercarse a su objetivo a final de temporada, clasificar a competición europea y lograr consolidarse en la zona medio-alta de la tabla de la liga inglesa.





