El primer año de Andoni Iraola en la Premier League ha sido un éxito rotundo. Y el premio ha sido la renovación de contrato hasta 2026 para dar continuidad al proyecto.
Sin embargo, el camino no ha sido sencillo, sino que ha tenido piedras importantes que el técnico de Usúrbil ha ido superando a base de perseverancia en su idea. Andoni Iraola se fue del Rayo Vallecano para aterrizar en el Bournemouth, un club en el que la afición apreciaba mucho a Gary O’Neil, su predecesor. La mayoría no sabían quién era y se pusieron nerviosos antes de tiempo.
Tanto fue así que en noviembre se llegó a dar por hecho su despido, cuatro meses después de llegar al Vitality Stadium. El juego no acababa de calar en los jugadores y hasta la décima jornada no llegó el primer triunfo. Lo que nadie sabía es que la victoria (2-1) con remontada incluida sobre el Burnley supondría un punto de inflexión. Desde ese momento sumó 22 puntos de los 27 siguientes que les sacaron de la zona baja y les asentaron en la mitad de la tabla. Se llegaron a colocar cerca de Europa, aunque siempre mantuvo los pies sobre la tierra: ‘’No pensamos en Europa, el objetivo es otro’’. Sin esconder que era bueno estar cerca del ‘top10’ y que querían batir el récord de puntos del club en la Premier, algo que ha logrado con 48 puntos (a falta de una jornada), 2 más que los 46 de la 16-17 .
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Un estilo de juego reconocible
Andoni ha renovado su contrato hasta la temporada 2025-2026 gracias a que los resultados se han conseguido de sobras y a que el fútbol ultraofensivo ha enamorado a su gente. Los ‘cherries’ van a buscarle las cosquillas a cualquier rival que tenga delante, se llame como se llame. La presión alta es innegociable, la verticalidad por los costados y la salida de balón desde atrás son señas de identidad que hacen del Bournemouth un equipo especial. Solo así se pueden conseguir triunfos como el de Old Trafford ante el Manchester United (0-3) que nunca se borrará de la mente de sus aficionados.
La explosión definitiva de Solanke
Además, de su mano y gracias a la manera de jugar, Solanke se ha convertido en el delantero soñado, con 19 goles y tres asistencias en 37 encuentros.