El Liverpool empieza a descontar los días para volver a celebrar una Premier League, algo que no sucede desde 2020 cuando Klopp era el entrenador. Sería su título número 20 contando todos los formatos de liga inglesa, el segundo en era Premier.
Con el triunfo ante el West Ham, (2-1) con gol de Luis Díaz a pase de un Salah de récord y otro de Van Dijk, el próximo fin de semana los de Slot si ganan al Leicester y el Arsenal cae ante el Ipswich serán campeones.
Empezó el partido igualado y con una gran ovación a Salah, recientemente renovado hasta 2027. El egipcio estaba con ganas de demostrar, pues la primera ocasión clara para los reds nació de sus botas en su jugada de toda la vida. Recibió en la derecha, se perfiló para la pierna buena y su tiro con rosca al palo largo se fue por nada.
Se pudo redimir en la acción siguiente asistiendo con el exterior a un Luis Díaz al que le bastó con empujarla (17’). Un tanto muy especial para el atacante, pues de esta forma se convirtió en el primer jugador desde que la liga es de 38 jornadas en participar en 45 goles en un mismo curso. 27 goles y 18 asistencias sin los que sería imposible entender el desempeño del equipo en la 24-25.
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A partir de ese momento de manera incomprensible el equipo dejó de atacar, se durmió y le cedió en exceso la pelota al West Ham de Graham Potter, que asumió el reto y se fue adelante. Se pasó la segunda parte amenazando, con buenas intervenciones de Alisson y un remate de Carlos Soler que estuvo a punto de entrar.
En el 84 fue sustituido Salah y en el 86’ se marcó en propia Robertson, quien en el intento de despeje de un centro se la metió en su propia portería. Un gol que reactivó al Liverpool que se fue arriba con todo. Luis Díaz se topó con el larguero, Mac Allister con Areola y de un córner servido por el propio argentino nació un salto imperial de Van Dijk para poner el 2-1 final.