El pádel ha evolucionado de manera vertiginosa en los últimos años, convirtiéndose en un deporte cada vez más físico, rápido y exigente. Lo que antes era un juego basado en la colocación de la bola y el control, ahora requiere velocidad, explosividad y una capacidad atlética superior.
Esta evolución ha llevado a una transformación en la forma en que los jugadores entrenan, tanto a nivel amateur como profesional. Hoy en día, no basta con tener una buena técnica de golpeo; la preparación física, la estrategia y la mentalidad juegan un papel básico en el rendimiento dentro de la pista.
Uno de los cambios más notables en el pádel actual es la velocidad del juego. Los intercambios de bola son cada vez más rápidos, las voleas y los remates se ejecutan con mayor potencia y la movilidad dentro de la pista ha cobrado una gran importancia. Factores como la evolución de las palas, con materiales más reactivos, y la mejora en la preparación física de los jugadores han impulsado esta transformación.

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Este cambio de ritmo exige un entrenamiento más completo, donde no solo se trabajen los golpes tradicionales, sino también la capacidad de reacción, la velocidad de desplazamiento y la resistencia para soportar partidos largos a alta intensidad.
¿Cómo debe entrenarse un jugador de pádel hoy en día?
La preparación física en el pádel ha evolucionado, integrando diferentes aspectos para optimizar el rendimiento. Ya no se trata solo de pasar horas en la pista, el trabajo fuera de ella es determinante para marcar la diferencia en el juego. Por eso mismo, repasamos cuatro aspectos claves en los que puedes enfocarte.
1. Fuerza y potencia en el tren inferior
Los desplazamientos en el pádel son constantes y explosivos, por lo que fortalecer el tren inferior es imprescindible. Los ejercicios de fuerza no deben limitarse solo a las piernas, sino enfocarse en la capacidad de generar potencia en los cambios de dirección y en los saltos para los remates. Algunos ejercicios clave incluyen:
- Sentadillas con salto para mejorar la reactividad en los desplazamientos.
- Zancadas con carga para fortalecer glúteos y cuádriceps, esenciales en los apoyos.
- Ejercicios de cambio de dirección con conos para mejorar la velocidad de reacción.

La fuerza como elemento clave en el pádel
2. Trabajo específico del core
El core es el centro de estabilidad en el pádel. Un cuerpo fuerte permite golpes más precisos y potentes, además de reducir el riesgo de lesiones. La rotación del tronco es fundamental en cada golpe, por lo que el entrenamiento debe incluir:
- Rotaciones con balón medicinal, para simular el movimiento del golpeo.
- Planchas dinámicas, para mejorar la estabilidad en movimientos laterales.
- Trabajo de resistencia en oblicuos, para ganar fuerza en la rotación del golpe.

Entrenamiento de core
3. Velocidad y agilidad en la pista
El pádel es un deporte de cambios de dirección rápidos y desplazamientos cortos, pero también muy intensos. Para mejorar en este aspecto, es necesario incluir ejercicios de agilidad como:
- Series de sprint cortos de 5-10 metros, simulando la distancia de los desplazamientos en pista.
- Ejercicios con escalera de coordinación, para mejorar la velocidad de reacción.
- Movimientos laterales con bandas elásticas, para potenciar la aceleración y desaceleración en los apoyos.

Las series de velocidad también son necesarias para una buena preparación
4. Prevención de lesiones y recuperación
El aumento de la intensidad en el pádel ha traído consigo un incremento en la incidencia de lesiones, especialmente en los codos, hombros y rodillas. Por ello, los jugadores deben integrar en su rutina ejercicios preventivos que fortalezcan las articulaciones y eviten sobrecargas. Algunas estrategias incluyen:
- Ejercicios excéntricos para el hombro, reduciendo el riesgo de tendinitis.
- Trabajo de estabilidad en tobillos y rodillas, para mejorar el equilibrio en los apoyos.
- Sesiones de movilidad y flexibilidad, que ayuden a recuperar mejor después de la carga de partidos y entrenamientos.

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5. El aspecto mental: otro factor diferencial
Además del componente físico, el pádel moderno exige una gran fortaleza mental. Los puntos se deciden en fracciones de segundo y los partidos pueden ser muy exigentes psicológicamente. La capacidad de mantener la concentración, gestionar la presión en los momentos clave y recuperar el control del juego después de errores es lo que diferencia a los mejores jugadores.
Para mejorar este aspecto, es recomendable incluir entrenamiento mental con ejercicios como:
- Visualización de jugadas y puntos decisivos antes de los partidos.
- Control de la respiración para manejar la presión en momentos clave.
- Rutinas de concentración entre puntos para evitar desconexiones mentales